martes, 13 de julio de 2010
Ciclo Jueves de Danza en el Zócalo
Estreno obra Los Nadies
Jueves 29 de julio 19:30 hrs.
Zócalo CNCA. Plaza Sotomayor 233. Valparaíso.
ENTRADA LIBERADA
La certeza de que factores como edad, estatus social y especialización profesional nos instalan en categorías más o menos desechables, nos vuelve hombres competitivos, cortoplacistas y unidireccionales. Un hombre tipo al que no se le permite el libre albedrío ni la imaginación, y que por ello deviene frustración, soledad, hastío. El pánico a estar fuera de un sistema nos transforma hasta el extremo de parecer ridículos; otros dentro de nosotros mismos.
En la obra Los Nadies, indagamos esos fenómenos sociales. Cada personaje plantea su vida como una sobrevivencia. El movimiento se vuelve animalesco y salvaje. Los estados emocionales se desbordan en una extraña búsqueda de la propia, de la interna, humanidad.
En la obra Los Nadies, indagamos esos fenómenos sociales. Cada personaje plantea su vida como una sobrevivencia. El movimiento se vuelve animalesco y salvaje. Los estados emocionales se desbordan en una extraña búsqueda de la propia, de la interna, humanidad.
Carolina Contreras
jueves, 1 de julio de 2010
Los Nadie
Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadie con salir
de pobres,
que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a
cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca.
Ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los
nadie la llamen,
aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie
derecho,
o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadie: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadie: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre,
muriendo la vida, jodidos, rejodidos.
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la
prensa local.
Los nadie, que cuestan menos que la bala que los mata.
Eduardo Galeano
Suscribirse a:
Entradas (Atom)