martes, 13 de julio de 2010

La certeza de que factores como edad, estatus social y especialización profesional nos instalan en categorías más o menos desechables, nos vuelve hombres competitivos, cortoplacistas y unidireccionales. Un hombre tipo al que no se le permite el libre albedrío ni la imaginación, y que por ello deviene frustración, soledad, hastío. El pánico a estar fuera de un sistema nos transforma hasta el extremo de parecer ridículos; otros dentro de nosotros mismos.
En la obra Los Nadies, indagamos esos fenómenos sociales. Cada personaje plantea su vida como una sobrevivencia. El movimiento se vuelve animalesco y salvaje. Los estados emocionales se desbordan en una extraña búsqueda de la propia, de la interna, humanidad.

Carolina Contreras

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ITINERANCIA REGIONAL LOS NADIES